“¿Cuál iba a ser el valor de lo largamente aguardado,
la calma tan esperada,
esa serenidad crepuscular
y la sabiduría de la edad?
Los mayores de voz queda
¿nos han mentido
o se engañaron ellos solos,
legándonos únicamente la fórmula de la mentira?
La serenidad era tal vez un deliberado letargo,
la sabiduría, un simple conocimiento de secretos muertos,
inútiles en la oscuridad que espiaban o desde la que volvían la mirada.
Hay, nos parece, a lo sumo solo un valor limitado
en el conocimiento derivado de la experiencia.
El conocimiento impone un orden y falsea,
pues el orden es nuevo a cada momento
y cada momento es una nueva y desconcertante valoración
de todo lo que hemos sido.
Lo único que no puede defraudarnos
es aquello que, siendo mentira, ya no podría hacer daño.”
— Cuatro cuartetos T.S. Eliot
